Las residencias caninas cada vez se usan más, tenemos un aumento importante en la población canina, esto hace que la residencias caninas estén creciendo de forma desorbitada. En casi todas las páginas webs que ofrecen servicios de residencia u hotel para perros podemos observar que las palabras vacaciones para los perros están muy presentes en muchas de ellas.
El objetivo de nuestro artículo es poder enseñar al propietario como se siente su perro en algunas de las residencias caninas que vemos anunciadas. Cuando dejamos al perro en una residencia canina debemos entender que lo primero que va a ocurrir es que se va a separar de su dueño, esto es un generador de estrés brutal, después de quedarse solo es muy probable que quede confinado en un habitáculo reducido donde con suerte saldrá lo justo y necesario para distraerse 10 minutitos, si esto te parece poco puede que las instalaciones tengan un cubierta de chapa que con las temperaturas que tenemos en España conviertan su habitáculo en un auténtico horno, por otro lado tenemos que confiar que el personal de las residencias caninas traten bien a nuestros perros, y sí, si estáis pensando que estoy afirmando que en muchas residencias se trata mal o no se les da el trato debido a nuestros perros estáis en la cierto, lo he podido ver con nuestros propios ojos, de hecho cuando nosotros trabajamos en régimen interno algún perro nos sucede que cuando cogemos la manguera del agua todos se van a un rincón y no se mueven o incluso echan a temblar, se podría pensar que esto puede ser debido a una mala experiencia con su dueño, y es verdad que puede ser así pero todos los perros que trabajamos están sometidos a un análisis profundo, esto quiere decir que tenemos datos suficientes como para poder afirmar que tras llevar a los perros a alguna residencia canina cogen miedo al agua o al menos a la manguera del agua. Esto se produce porque cuando llegan los «cuidadores» mojan a los perros con el fin de que cuando habrán la puerta no se suban encima de ellos y puedan mancharlos con pis o caca (ya que al estar confinados tanto tiempo tienden a defecar y miccionar en su propia habitación), esto les hace de que cojan miedo a situaciones iguales o similares.
Quedarse en un sitio desconocido no ayuda demasiado, pero si además tenemos un perro sensible la cosa se puede salir de madre, es una pena la cantidad de perros que por nuestras vacaciones y por que en muchas residencias u hoteles caninos no se trata adecuadamente a los perros ellos tengan que sufir, ¿vacaciones para los perros? ¿en un sitio desconocido y con desconocidos? ¿con gente que me echa agua entre otras cosas? ¿sin salir de mi habitación prácticamente? ¿cagando y meando donde duerno y como (perdonar la expresión pero es la verdad)? ¿en un sitio que es un auténtico horno? etc…
Podríamos decir muchas más cosas pero hasta aquí vamos a hablar y podríamos dar nombres pero no lo vamos ha hacer, por suerte todos nuestros clientes o casi todos se aseguran bien de donde van a dejar a su perro, no cualquier sitio les vale, es responsabilidad de los propietarios asegurarse de que su perro va a estar bien.
Evidentemente no todas son iguales y para hacer el artículo completo vamos dejaros la dirección de una residencia canina que según nuestra opinión es la mejor que hemos encontrado, por instalaciones, por personal, por atención etc…
Esta residencia canina es Jescan y en estás páginas podéis ver los servicios que ofrecen.